viernes, 31 de enero de 2014

Adventure at Sayers Croft

Hello! 

Por aquí estamos de nuevo después de cuatro días desaparecidas (prometemos no volver a manteneros tan desinformados nunca jamás! ;))

Hoy tenemos mucho que contaros...comenzaremos con el lunes bien prontito. Tenemos todo preparado, vamos a salir de casa y... ¡sorpresa! Se rompe el asa de la maleta de Ana; ¡fantástico! Le toca ir tooodo el camino al colegio con ella en brazos. Tras hora y media de viaje en autocar llegamos al famoso Sayers Croft.


Una de las leoneras de los niños


A las 12 comimos y nos fuimos cada una con nuestra clase. Ana a pond dipping (pesca en un pantano de insectos y peces) con baño de una niña en el pantano incluido y a un laboratorio a examinar lo que encontraron. Mónica hizo un recorrido guiados con brújulas sobre un campo embarrado y escalada (¡casi lo hace ella también!).

Puaggggg


Tras la cena (a las 6 de la tarde...) tuvimos un NightWalk en el que Ana se encargó de guiar a un grupito de su clase. Para cerrar el día tomamos un hot chocolate with marshmallows mientras veíamos una película y, a las 10 la clase de Ana y a las 11 la de Mónica, se fueron a "dormir". Tuvimos que cambiarnos de bando y hacer de verdad de profes regañándoles cada hora.

Sobre las 6 am estaban todos despiertos y, tras un desayuno muy chachi, Ana tuvo una sesión de orientación por el albergue y, después una actividad llamada: "Shelter building" que consistía en construir unos refugios con ramas y barro para luego comprobar si eran "waterproof" metiendo a los niños dentro del refugio y regándolos con agua. Mónica se pasó la mañana en "Ropes", un circuito de tirolinas y obstáculos. Las dos se murieron de frío y, cuando comenzó a granizar vieron la oportunidad de volver bajo techo. ¡Pero no! A estos ingleses les gusta más embarrarse y mojarse que a un tonto un lápiz.


Por la tarde la clase de Ana dió un paseo por el albergue recreando la época en la que fue refugio para niños durante la World War II y, también, tuvo un recorrido por un laberinto en el que una de las niñas se perdió. Además, tuvieron Blindfold trail: un camino de obstáculos en el que, por parejas, uno de los niños iba con los ojos vendados y el otro hacía de lazarillo. 


Mónica tuvo la suerte (nótese la ironía) de pasear por el bosque hasta llegar a un río. Allí, los niños hicieron varias actividades incluso dentro agua (¡están locos!) y, claro, acabaron calados y embarrados. El frío helador, la lluvia constante y el barro fueron nuestros mejores (o, mejor dicho, peores) amigos.


Por la noche mejoró la cosa, ya que Ana y Mónica se convirtieron en DJs en la sesión de discoteca. "La Macarena" no pudo faltar y nos terminaron de perder el respeto cuando nos vieron bailar el "Saturday Night". 


Tras una noche más tranquila, culminamos el viaje con un poco más de sufrimiento bajo el barro y la lluvia. Ana comenzó la mañana en un observatorio de pájaros (con lo que le gustan las aves...imaginaos cómo lo disfrutó). Después le tocó "Nature detectives", es decir, ir por el bosque buscando huellas y cogiendo gusanitos. Mónica pasó parte de la mañana bajo techo haciendo juegos. Pero no todo iba a ser tan bonito y acabó paseando por el bosque para sentir la naturaleza. ¡Queríamos llorar del frío que teníamos! Porque éramos las teachers, que sino...



De vuelta a casa estábamos taaaaan cansadas que nos reíamos por no llorar.





Nos acostamos con la intención de dormir y, efectivamente, así lo hemos hecho. Tras doce horas de sueño hemos amanecido como nuevas y con espíritu turista. Hemos visitado Saint Paul's Cathedral y hemos cruzado Millenium Bridge hasta la Tate Modern. 



En la planta más alta hemos disfrutado de un calentito coffee viendo el atardecer (postureo total) y, tras esto, hemos continuado hasta Tower Bridge.


El cuadro más bonito que hemos encontrado en la Tate Modern.





Mañana volvemos a nuestra rutina londinense con la diferencia de que, al terminar el día, tendremos invitados. ¡Vienen los padres de Ana! ¡Y nos traen suministros!

¡Por cierto! Hoy nuestros amigos recepcionistas sevillanos nos han dejado unos paquetitos en la habitación. ¡Qué majos!



Para cerrar la entrada de hoy, un ultimo vídeo para Raquel. ¡HAPPY BIRTHDAY! :D



Nos vamos a descansar. Mañana volveréis a saber de nuestras aventuras.

¡Mil besos!

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